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Stevie Wonder - Songs in the key of life (Tamla, 1976)



En el estupendo Lost in Music, Giles Smith postula a este disco como una piedra fundamental de su carrera musical. Esto no solo es importante porque el libro de Smith sea una maravilla, sino también porque nos da un pie forzado para hablar de nuestro disco favorito de Stevie Wonder. Con más de treinta discos editados de manera oficial (sin contar bootlegs ni compilados), no es una tarea fácil. De hecho, de buenas a primeras yo habría dicho Innvervisions o el más sui generis Talking book. Songs in the key of life es una aventura difícil y muy personal.

Corría 1975 y después de dos o tres batatazos al hilo en materia discográfica, Stevie anunciaba su salida de la industria. Aburrido de los tratos con intermediarios y los sellos discográficos, preparaba su ida a Ghana a concentrar sus esfuerzos en apoyar la labor de los niños discapacitados.

Luego de una larga negociación e idas y vueltas de sus abogados, al anunciar que pretendía seguir conectado con Motown, el músico indicaba que lo hacía, entre otras razones (el acuerdo por más de 37 millones de dólares de por medio algo habrá aportado) porque Motown era el último sello de propiedad de afroamericanos en la industria musical. Una apuesta radical y política.

El disco le tomó al menos 2 años terminarlo y tiene en sus créditos a más de cien músicos, entre ellos a Herbie Hancock. Si uno lo escucha con detención, puede ver como Stevie quiebra los límites de la música negra, explorando por partes iguales el pop, el funk y obviamente el soul, dándole una vuelta de tuerca radical.

Como no amar el entramado de I Wish donde en los primeros quince segundos de canción (y a punta de un bajo agresivo y, puta madre, tan funky) y cómo no querer la segunda parte del disco, con Ebony Star (un saludo para Elton John) y ese comienzo demoledor con Isn't She Lovely.

Hacia el final del primer lado del disco aparece Pastime Paradise. Las nuevas generaciones la reconocerán por el evidente sampleo hecho por Coolio en 1995 y que lo llevaría a tener una fugaz fama global. En más de alguna entrevista el mismo Coolio explica cómo fue la historia: al final Wonder exigió eliminar cualquier obscenidad en la letra del rapeo y, bueno, el 95% de los royalties. Stevie siempre firme con sus valores más allá del hype.

Stevie Wonder hizo este disco apenas cumplido los 26 años y ya cumple un poco más de 40 años. Me cuesta pensar en Songs in the key of life como mi favorito de Stevie, pero es un disco excesivo, grandilocuente y lleno de espacios y rinconcitos listos para que los descubras. Una delicia. Si es tu primera vez escuchándolo, pagaría por ver tu cara luego de la primera escucha.

Escúchalo: Spotify | iTunes Music